sábado, 9 de octubre de 2010

Guns 'N Roses - 9 de Octubre de 2010

Guns N' Roses

Un buen concierto.

Antes que nada decir que la acústica del Palacio de Vista Alegre es mala, malísima. Es un recinto “pequeño”, más adecuado para bandas pequeñas y no grandes bandas con un sonido importante (aunque quizás, Guns ‘N Roses ya no es una de las grandes).

El día comenzó lluvioso, todo el día diluviando, de esa manta de agua que cala, que te empapa. Y seguía haciéndolo a las 18:00, hora en que la “manada heavy” comenzó a moverse hacía el recinto. Una vez en las inmediaciones se pudo ver la cola enorme que serpenteaba entre los bloques y aledaños al estadio. La nota curiosa es que había más multicolor en las camisetas que en los últimos conciertos a los que he ido; no es lo mismo Motörhead o Iron Maiden que Guns ‘N Roses, partamos de esa base. La cola fue rápido, así que un 10 para la organización en ese sentido; tampoco había excesivo público a esas horas pero aún así, bien.

Una vez dentro, mini de cerveza en mano, tocó esperar a Sebastian Bach, poco, pero esperar tocó. Sonaba bastante bajo, pero la voz que se adivinaba de vez en cuando a través de las guitarras y la batería sonaba como siempre: es bueno este abuelo. Desgranó los clásicos de su vieja banda Skid Row (no hago mención a sus nuevos temas que apenas conocía algún personaje del recinto). El recital de “oldies” comenzó con “18 and Life“, impresionante tema, muy bueno, que por desgracia me pilló en el meadero… pero que aún así canturreé sin vergüenza ninguna. Después tocó “I Remember You“, coreadísima. Acabó con “Monkey Bussines“, buenísima, y terminó con un himno ageneracional: “Youth Gone Wild“, donde casi palmo de gusto. Bien tocado, animado, conectando con el público e intentando darlo todo. Cojonudo.

Y después… casi 3 horas esperando a Axl. Es algo que se acepta como una norma no escrita pero tengo que decir que me cago en él. No viene a cuento. Y, además, en esos momentos es cuando empieza a pesar como una losa el montón de cerveza que has estado ingiriendo durante todo el día, aún más desde que estás dentro del recinto. Piensas “me estoy meando como un loco pero como me mueva, me quitan el sitio” o “como me mueva ahora seguro que empiezan”. Esa puta incertidumbre que no te deja irte a mear y que, por este motivo, no te va a dejar disfrutar el concierto con tu vejiga vacía. Menuda puta gracia.

Entonces se apagaron las luces… y apreció DJ Ashba, ese tío que si deja de empeñarse en parecer a quien sustituye y dejase de querer ser un tío carismático (no lo es ni por asomo) sería mucho mejor guitarrista, atronando con los primeros acordes de “Chinese Democracy“. No sé porqué digo atronando ya que el sonido distaba muchísimo de reventar oídos como en cualquier concierto grande de los grandes. El sonido de la primera canción, la que se usa para afinar instrumentos espero, fue bastante mediocre aunque mejoró con el paso de los temas. Me sorprendió que no entrasen con “Welcome To The Jungle”, aunque fue la segunda; sin parpadear, sin pausa. De la misma manera entro “It’s So Easy“, canción que siempre gusta sin ser una de las “míticas”. Siguió “Mr.  Brownstone“, un tema que de no ser porque es un icono simplemente por pertenecer al “Apettite For Destruction” (al álbum debut más vendido de la historia) no sería ni conocido por el gran público (ni casi por los fans de Guns). No recuerdo en qué momento hicieron un pequeño parón pero debió de ser aquí o en la anterior… pero el éxtasis ya estaba servido: aborrecida la acústica del garito el tufo que quedaba en el aire es que Axl había venido con ganas (quizás se había llenado de fuerzas y de otras cosas en esas tres horas de espera), participativo y generoso en el esfuerzo, que las guitarras habían venido pensando en dejar bien claro que tocan fuerte y bien (especialmente curiosa la forma de tocar de Richard Fortus, que parece que en cada acorde se le va a salir un brazo, ¡como lo vive!), y que el batería y el bajo son acompañantes muy dignos (el bajo en concreto, es bueno… muy bueno). Se esperaba un conciertazo, por lo menos para los incondicionales. Y después de la basura que ofreció hace unos años… en este concierto solo había eso, incondicionales.

Sigamos.

Rompieron el ritmo con “Sorry”, que algunos pensábamos que cantaría con Sebastian (colaboración en el álbum) pero no, fallo al canto. Teniendo al lider de Skid Row en la trastienda hubiera sido un regalo y una delicia. “Shackler’s Revenge” es tan rara como buena en algunas partes y consiguió levantar la letanía de la canción anterior. Después de este dúo de temas vino un solo de Richard Fortus inspirado en el tema original de James Bond. La idea de tocar un solo de guitarra versionando un tema conocido me parece acertada. Tocaba seguir con versiones y comenzó a sonar “Live And Let Die” de una manera acojonante. Alguno de esos que van de eruditos pensará que es un sacrilegio hacer un cover de un tema de McCartney o de The Beattles… pero eso solo lo dicen por ir de culturetas, anclados en una época anterior donde la música era nueva, fresca, innovadora, incapaces de reconocer que si se hace bien y se imprimes potencia y fuerza a alguno de esos temas, sumas y no restas. “This I Love” fue un tema que, habiendo sonado “Sorry” nadie esperaba. Pero sonó. Y vaya si sonó. Axl debió de ponerla en el SetList para demostrar que aún sigue teniendo arranques de la voz de siempre. Luego tocaron el tema de cierre del Apettite, “Rocket Queen”, un temazo con mayúsculas.

Dizzy nos recordo después con un solo de piano/organo/llamenlo “x” esas melodías que acompañaban cada gran creación de la banda, cada tema compuesto como si fuera para deslumbrar, hasta arriba de matices de todo tipo. Escupieron después “Street Of Dreams”, que en mi humilde opinión parece más una canción de algún grupo de estos de BSO de películas tipo American Pie, etc.

Quedaba lo gordo, el bloque donde sólo se coló para mi gusto la mejor canción de su último disco. 

Desglosemos.

You Could Be Mine”… aquí vimos dos cosas: que la gente quería moverse, liarla parda, saltar y brincar con sus temas y su banda de siempre y también que solo podíamos ir subiendo, que de aquí al final sólo quedaban temazos. Quizás también pensamos que quedaba poco pero no, fallo al canto. Y van dos. DJ Ashba volvió a reclamar su protagonismo con un solo de una canción de Pink Floyd, bien tocada, transmitiendo,… pero sólo le faltó ponerse el pelo cardado y un sombrero (ah! no, que lo llevaba) y fumar mientras (ah! no, que lo hacía) para decir “quiero parecerme a Slash”. Una pena. Gran guitarrista, pobre personalidad.

Se reclamó al público al completo con “Sweet Child O’ Mine” y respondimos, todos. Había a mi lado dos chicas que creo que no conocían ninguna canción del show hasta que llegó esta. Tremendo pero cierto. Cierto pero triste. Triste pero gracioso. Gracioso entre comillas… ni puta gracia, que son los Guns, cojones. Axl buscó otra vez su protagonismo con un solo de piano que iba a introducir el siguiente tema, en este caso una composición de las que mencionaba más arriba: “November Rain” se tocó con maestría, con el público entregadísimo. De aquí al final teníamos que haber seguido del tirón pero quedaba un guitarra sin “su” solo. Bumblefoot nos metió más un interludio que otra cosa, parodiando aunque sonando bien, ojo, todo sea dicho, la banda sonora de La Pantera Rosa. Aquí se coló “Better”, un temazo con tintes de baladita aunque sonando más movido, más potente (sin tirar cohetes, ¿eh?, que no cunda el pánico). “Knocking On Heavens Door” hizo cantar por segunda vez a todo el mini estadio aunque tengo que decir que la canción no tuvo nada, pasó de puntillas por el set. La siguiente se pidió desde la grada durante medio concierto y al final, cayó; “Nightrain” por fin apareció para los que queríamos saltar, brincar y golpearnos un poco contra lo que fuera y cerro el plantel inicial.

Los bises fueron una mezcla de “lo esperado” y “lo inesperado”. Comenzaron con “Don’t Cry” , muy atinada, que hizo brotar muchas lágrimas entre algunas féminas de la concurrencia, quizá porque en su día se ilusionaron con el tema cuando aún eran “jovenes” o porque muchas veces la pusieron con algún noviete heavy. Sea por el motivo que fuera, lágrimas hubo y no lo digo por rellenar: hubo muchas. “Madagascar” continúo la raya melancólica y cuando ya sólo esperábamos el tema final, sonaron los acordes inconfundibles de “Whole Lotta Rosie” de AC/DC. La concurrencia, la gran mayoría, no sabía qué coño estaba sonando y no vi cuernos al cielo ni los pogos básicos ni el “Angus” que jalea cada acorde inicial del tema: gran decepción con el público, grande. Por si acaso, sólo me fije durante 20 segundos; el tiempo que tarde en perder la cabeza con uno de mis temas favoritos.

El concierto terminó con “Paradise City”, como no podía ser de otra forma, claro. Y lo hizo entre una lluvia de confetis o similar que inundo bolsillos, bolsos, cabezas, escotes (fundamental) y suelo.

Después salieron a saludar, hacer fotos a la gente, etc., pero tengo que reconocer que ahí, pensando en el posible atascazo de gente y las horas que eran (la 1:30 de la mañana!), unido al hambre que llevaba encima, ya había salido cagando leches.

Resumiendo: buen concierto, con altibajos pero rayando a un buen nivel, con los temas de siempre, lo que realmente queríamos escuchar y un pequeño desgrane del último disco. Lo mismo me paso por el siguiente que hagan. Bueno, seguro.

domingo, 2 de agosto de 2009

AC/DC - 2 de Abril de 2009

AC/DC


Y después de todo, aquí estaba.

Digo después de todo porque comprar unas entradas para este concierto fue una auténtica odisea. Miles de personas se quedaron sin ella y otros tantos hicieron locuras para poder ir. El día en que salían a la venta (por El Corte Inglés) había, horas antes, colas en los centros comerciales. Hubo gente que se iba a centros donde se suponía que no habría nadie. Gente que estuvo pendiente del ordenador para comprar online la entrada. Pero no contaban con que todos los centros y PC's particulares accedían al mismo sistema de venta de entradas y que mientras se hacía la reserva de unas entradas, se bloqueaban dichas entradas hasta el pago; la diferencia era de segundos/minutos entre un proceso y otro pero lo suficiente como para que no hubiera entradas que comprar al acceder porque ya estaban todas bloqueadas y en proceso de pago. Gente de delante de mi en la cola compró entradas para Barcelona y esperaban en la misma cola para que la gente de detrás, que podría, aleatoriamente, acceder a entradas de Madrid, pudiera cambiarle las entradas. Una auténtica locura. En horario laboral, además.

Total, que me tuve que volver al trabajo sin entrada. Entonces mi colega Nico, al que le debo de por vida el detalle, entró en una página de fans donde por hacerte fan y pagar una cuota anual de 30 € podías acceder a 2 entradas para el concierto de Madrid. Dicho y hecho. 75 € de entrada + 15 € de cuota cada uno = 90 €azos de entrada. Era poco para verles.

Llevaba toda la semana nervioso. Así que, incluso, me dejé las camisetas heavy de turno en casa (optaba entre la clásica de Motörhead y la del album Black Ice de AC/DC). La única que tenía disponible era una de Judas Priest (British Steel), y tiré con ella.

Éramos Alex, su hermano, su padre, un colega, Nico y yo. Mención especial al padre de Alex, que con su camiseta de OBUS y barba blanca obtuvo un salvoconducto constante hasta la barra para conseguir minis de ron con coca cola.
La banda del Peo
Alex, padre, colega, Nico (y yo).

Una vez dentro, Alex, friki entre los frikis, nos dijo que Angus siempre se ponía a la derecha del público (en la izquierda del escenario mirando al público) con lo que si corríamos hacía el lado contrario para coger sitio, pillaríamos uno mucho más cercano al escenario y con menos gente. Y así fue. Cogimos un sitio cojonudo.


Los teloneros.

La promesa ya se ha cumplido: aquí
Fueron The Answer; un grupazo. El directo de estos tíos fue tan increíble que cuando sólo llevaban 30 segundos de su primera canción, el tío más heavy que he visto en mi vida y que estaba a mi lado, haciendo un ligero headbanging y moviendo la alpargata, dijo: "dabuten tronco". Mítico. Juro que volveré a ver a estos tíos en directo. Muy buenos.


Después, espera corta y el clásico apagón de luces, vídeo comic con Angus de protagonista con unas tías en una locomotora y comienza el concierto: primero acordes de Rock N' Roll Train, atronando mientras se descubría una inmensa locomotora al fondo del escenario. Qué grandes son estos tíos, joder.

Creo, sinceramente, que a partir de aquí sólo me acuerdo de gritar, saltar, brincar, dolor de cabeza, gritar, saltar, brincar, dolor de cabeza, muerte. Sé qué tocaron pero sólo recuerdo momentos sueltos porque el extasis total con cada himno que nos regalaron no me daba para más. Abajo pondré el setlist aunque intentaré hacer un breve repaso de lo que me acuerdo.

Cayó Back In Black, claro, y flipé con lo bien que la tocaron. Después hubo varios temazos y Thundestruck fue una auténtica barbaridad de pogos, gritos y locuras varias. Grandes.

Con War Machine y You Shook Me All Night Long conseguí tocar con el mundo real y llamar a Cris, que se descojonaba y apreció el detalle (son sus favoritas).

Nuestra amiga Rosie.
Let There Be Rock tuvo a Angus en su plataforma, tirado en el suelo y dando vueltas (vídeo) como siempre, dando el puntazo de show y espectáculo que se requiere a estos dinosaurios. Aunque si no lo hicieran también serían igual de grandes, ojo. El otro puntazo fue Whole Lotta Rosie (vídeo) con una Rosie gorda montando a la locomotora y el público volando.

Fue el turno de los bises. Hubo gente que se piró de dónde estábamos pensando que el concierto había terminado... no entiendo nada; ¿cómo va a terminar un concierto de AC/DC sin las canciones de los bises?. Ahora entenderéis.

Faltaba Highway To Hell, coreadísima por el estadio pero que para muchos, de miles de veces escuchada en cualquier sitio, sólo fue un puente a lo que venía después; todos lo sabíamos.

For Those About To Rock, como en el año 1996 en el concierto No Bull, nos dejó helados con cañonazos capaces de parar el tráfico de las inmediaciones. Para mi, el mejor momento del concierto y de todos los conciertos a los que he ido y seguramente vaya en mi vida. Apoteósico (vídeo).

Haciendo un pequeño resumen, decir que estos tíos tienen la mayoría de sus canciones muy parecidas, como muy básicas, rock and roll puro, duro, primitivo, sencillo, que llega, que te pega en el cogote y te deja tieso, porque no se necesitan muchas florituras para hacer headbanging del bueno, sin parar. Brian Jonhson hace tiempo que en directo no llega a ningún sitio pero qué gran carisma tiene este tío (lo dice un fan incondicional de Bon Scott). Angus, increíble, y el resto, no correctos si no correctísimos. Joder, gran banda, sí señor.

Y si vuelven a venir, al precio que sea, volveré a ir. Claro que sí.

Hasta la próxima vez, Angus.

Setlist:

Rock N' Roll Train
Hell Ain't a Bad Place to Be 
Back in Black 
Big Jack 
Dirty Deeds Done Dirt Cheap 
Shot Down in Flames 
Thunderstruck 
Black Ice 
The Jack 
Hells Bells 
Shoot to Thrill 
War Machine 
Anything Goes 
You Shook Me All Night Long 
T.N.T. 
Whole Lotta Rosie 
Let There Be Rock 
(Angus Young solo)
Bises:
Highway to Hell 
For Those About to Rock (We Salute You)





domingo, 1 de junio de 2008

Getafe Electric Weekend - 30, 31 de Mayo del 2008

Y empezamos.

Mi primer festival.

Compramos entradas Cris, Miguelito, un amigo suyo (Sergio) y yo para los dos días. La verdad es que la logística que montamos para llegar no fue la mejor pero, al final, llegamos. Íbamos Cris y yo por un lado y los otros, por el suyo. Pensábamos ir desde primeras horas, para empaparnos del ambiente, pero no demasiado pronto para no llegar cansados a los cabezas de cartel. Aún así, Miguel y Sergio llegaron antes ambos días. Para el sábado también venía mi hermano David.

No sucedió nada como esperábamos. Llegamos el viernes muy tarde, en coche, aparcando muy lejos del lugar del festival y pegándonos una caminata de narices para llegar.

Estaba a punto de empezar el concierto de The Offspring que, por supuesto, tenía unas ganas enormes de ver. Escuchar ciertos grupos/temas siempre te hacen retroceder muchos años, a otras épocas de tu vida, y The Offspring es uno de esos grupos; es como tener 16 años otra vez, mis Walkman a todo volumen cogiendo el autobús para ir a entrenar. Cris y yo llegamos y éramos incapaces de encontrarnos con nadie y, lo peor, ella quería quedarse atrás y yo quería meterme en las primeras filas. Empezaron a sonar con Youth Energy y quise meterme al mogollón. La verdad es que el sonido en directo era bastante bueno, mucho mejor de lo que me esperaba. Después de varias canciones y negociaciones infructuosas nos quedamos a mitad de camino. En Gone Away, una de mis favoritas, se fue el sonido del micrófono y dejaron de tocar durante unos minutos. Luego, siguieron tocando pero poco tiempo; el concierto duró 50-60 minutos, no más.

Después venía Rage Against The Machine, que con su puesta en escena, vestidos de presos de Guantánamo, causaron bastante impacto. No mucho en Cris, la verdad, pues insistió en irnos cuando no habían terminado el primer minuto de la primera canción. Hasta el día siguiente.

El sábado Miguel y Sergio estaban cogiendo sitio en el escenario principal y mientras, David y yo, fuimos a ver a otro grupo en el segundo escenario.

Qeensrÿche. La acústica era malísima pero fue la primera vez que alucine con cantante en directo: Geoff Tate; era acojonante cómo cantaba.

Hell Yeah!
De vuelta al escenario principal, estaban tocando Within Temptation y fue momento de equiparse por turnos con unos cuantos minis de cerveza. Cris acababa de llegar.

Hell Yeah!
Nos metimos en las 4 o 5 primeras filas para ver a Metallica, que tocaban después. Bien equipados (ver imágenes).


Y empezó lo bueno: METALLICA. Mi primer concierto iba a ser de uno de mis grupos favoritos y estaba bastante nervioso y, sin saberlo, demasiado cerca del escenario. 

Sonó el It's a Long Way To The Top de AC/DC con el que preparan la entrada a su setlist y me volví loco. Después, Ennio Morricone con la canción que se hiciera famosa en El Bueno, El Feo y El Malo y... caña.

Creeping Death fue la primera en atronar la noche madrileña, a un ritmo vertiginoso, a toda hostia, con unos empujones y unos pogos que jamas olvidaré. Después sonó Fuel más acelerada que en el disco. Fue cuando acabó ésta canción cuando fui consciente de que mis pies no habían tocado el suelo todavía; estaba en vilo por los empujones de la gente, ni tocaba el suelo. Ride The Lighning y Harvester Of Sorrow se encadenaron después de una manera sublime; quizás las que mejor sonaron del concierto. Quiso Hetfield tocar una de esas canciones que siendo cañeras ofrecen un respiro al grupo. Y suponíamos que a él también, pero no. Bleeding Me no sólo le hizo sufrir sino que también hizo prácticamente el ridículo en muchas partes de la canción. Se levantó fácil con un temazo: Wherever I May Roam, magistral, quizá la canción favorita de Cris. Devil's Dance si que fue un respiro; me dolía ya la cabeza de tanto gritar, saltar, cantar, liarla parda. La siguiente fue ...And Justice For All, bastante cañera, no la recordaba así.

De aquí al final, no había opción a nada que no fueran temazos con mayúsculas.

Fade To Black sonó realmente bien aunque Hetfield se cargó el sólo de Kirk canturreando los mejores punteos (creo que tiene envidia de Iron Maiden). Bordaron después Master Of Puppets y se lanzaron a por Whiplash tocada con una velocidad endiablaba. Merecido descanso con Nothing Else Matters, coreada por el gentío y con luces de móviles en vez de mecheros (gran pérdida). Sad But True volvió a levantarnos de nuestro letargo arengados con un "do you want heavy? Metallica gives you heavy" de Hetfield. Después hubo tiempo para los cañones de fuego con One. Para mi fue ésta la mejor canción del concierto entero. Brutal. Cerraron con Enter Sandman que, como no podía ser de otra manera, volvió loco al personal. Es la canción mas oída de Metallica, por encima cualquier otra.

Llegó el tiempo de los bises.

Last Caress fue la primera en sonar y después So Fucking What? (si, así, porque "So What?" no fue lo que anunció Hetfield). Terminaron el concierto con Seek And Destroy, himno con el que suelen acabar sus conciertos, coreadísima por el respetable (vídeo).

Grandes, si señor. Prometí que volvería a verles... y lo cumplí.

martes, 20 de mayo de 2008

El comienzo

Siempre con un miedo absurdo por ir a algún concierto de heavy, sin saber por qué, pero reticente. Hasta que se destapó el atasco, se liberó el ansia por conciertos en directo. Getafe Electric Weekend Festival. Ahí empezó todo... y todavía sigue.

Long Live Rock N' Roll.